Todo le cabe sin problemas, todo excepto el colchón matrimonial. Necesitábamos una mudanza pero como es hasta la casa del carajo nos cobraban mucho. Así que no nos quedó de otra que intentarlo por nuestra cuenta.
Después de bastante esfuerzo logré que entrara en el autito, tratando que se mal tratara lo menos posible. Y todo fue bien hasta que llegamos a nuestra nueva casa, donde Ti’ana (Betsabel) se enojó conmigo por haberlo traído sin la funda como protección, ya que necesitamos restregarlo contra las paredes para poder meterlo por las escaleras.
Ahora que lo pienso, si, me apendejé por no traerlo con la funda, ésta se lava y el colchón no. Pero es que simplemente no se me ocurrió.
Me pongo muy triste (y Ti’ana también) porque me equivoco en cosas tan sencillas, luego de hacer lo difícil (meterlo sin maltratarlo). Pienso que es por la educación que me dio mi familia, de desorden, que todo lo hacía mi madre y todo aventado.
Ella me dice que soy un caballito, porque no veo más que lo que tengo enfrente. Pero eso se nos creó (a mi familia) porque la casa esta tan tirada y sucia que tratas de no pelarlo y sólo ver lo estrictamente necesario.
También podría echarle toda la culpa a mi familia y quedarme quejando todo el día como mis hermanos, pero no lo hago. He tratado de cambiar, de aprender. Ti’ana recibió una educación distinta, que tal vez sea la normal y por eso ella se le hizo obvio cargar un colchón con todo y funda, en cambio a mi se me hizo que me iba a estorbar. Creo que esa es una educación que ella me está dando ahorita y no debo desaprovecharla.
Pero no solo me pasa en el hogar. Tal vez sea una crisis de los 25, pero siento que soy una reverenda basura y constantemente me deprimo cuando pienso en lo poco que he hecho de mi vida y lo mucho que pude haber obtenido de no ser educado dejándolo todo al último momento. Siento que no merezco a mi Ti’
La nueva casa nos ha dado mas espacio y felicidad, pero también mas espacio para no hablarnos. Siempre los momentos felices son muy felices e igual pienso que los amargos son insoportablemente amargos. Y cuando pasan yo me pregunto ¿Vale la pena enojarse por eso? Usualmente no. Lastima que Ti’ana si se molesta mucho y me hace pensar si en verdad está segura de vivir a mi lado. ¿Será que el amor baste? No creo. Y siento que no le doy lo que necesita
Pero la cosa es esta ¿Por qué siento como que mi mente no funciona? es como si se me nublara la razón, hasta que de pronto me doy cuenta que la regué.
¿Me estaré quedando dormido en mi propia vida?
Tengo ganas de llorar.